En la pared hay un consolador rojo que la gordita se mete en el coño
Su casa no es muy grande pero tiene dos baños, uno privado y el otro es para los visitantes. Parece un poco extraño que un departamento tan pequeño hayan dos habitaciones de baño, pero ella lo quiso así porque en el suyo privado, tiene un consolador rojo pegado a la pared que usa para masturbarse. Cada vez que va a tomar una ducha, primero se lo mete en el coño un buen rato hasta tener muchos orgasmos. Son muchas las pajas diarias y es mucho el placer que le proporciona su juguete sexual. Así que más feliz no puede estar la pelirroja tetona.